Lo voy a conseguir, poco a poco, ¿vale? La teoría me la sé de memoria, pero hasta ahora no conseguía ponerla en práctica. Ahora sí, voy a intentarlo. No me lo merezco, ¿sabes? Y tú tampoco te lo mereces. Aunque siempre he pensado que te lo merecías todo. Pero bueno, lo pasado, pasado está. Tengo ganas de reírme de esto, pero ahora no puedo, creo que necesito algo de tiempo. Si quieres saber la verdad, no me lo esperaba, ni me lo imaginaba siquiera. Pero supongo que hay personas que mienten muy bien. Y te felicito por ser una de ellas, porque debes saber que me lo creí todo, del principio al final. No es tu culpa, tranquilo. Seguramente lo hiciste con tu mejor intención. Como todo. Me enseñaste mucho, aunque no te lo creas. Y ahora lo veo todo muy diferente, la realidad supongo. Aunque tal vez prefería el otro modo de ver las cosas.
domingo, 25 de abril de 2010
sábado, 24 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
Libertad.
Volar. Sin miedo a las alturas. Subirse a la cima de la montaña. Sin importarte caer. Tener ganas de reír. De ser feliz. De disfrutar. Ganas de los tuyos, los que siempre están ahí, los que no te fallan. Esos que no son perfectos pero te alegran la vida. Ganas de descubrir. Nuevos lugares, nuevas personas. Encontrar una sonrisa una noche en un bar normal y corriente. Y conocer. Conocerlo todo. Recorrer el mundo. Libertad. Alegría. Placer. Sensaciones nuevas. Sensaciones limitadas a libros y películas, pero ganas de encontrarlas en la vida real y hacerlas tuyas. Sentirse la protagonista de tu vida, porque lo eres. Es tu historia, tuya y sólo tuya. Lápiz y papel. Y nada más. Sin goma de borrar, porque los errores te enseñan más que cualquier otra cosa. Esta es tu película, la película de tu vida. Y acaba de empezar. El final no es este, tal vez sí de este capítulo, pero con todos los que quedan no vale la pena estar mal y desperdiciar otros muchos capítulos. Porque habrá muchos más. Mejores y peores. Sí, lo sé. Como este ninguno. Éste fue verdaderamente especial, pero habrá más. Es tu película, vívela.
martes, 20 de abril de 2010
El perro verde.
Me he dado cuenta de que olvidaba presentarme. Podéis llamarme Trece, posiblemente nunca sepáis mi verdadero nombre. Vivo en una pequeña ciudad de España, con unas playas preciosas. Aunque sin demasiado calor. Una chica adolescente. Sí, aunque odio esa palabra. Seguramente será por lo que te recuerda: chicos y chicas completamente salidos y llenos de granos. Yo no soy así. Me gusta la música, en mi opinión, sin música moriríamos. Aunque lo comercial no me va mucho, principalmente me gusta el rap (el bueno, por favor) y Marea. Mi único pasatiempo es salir por ahí con mis amigos, especialmente los fines de semana, pero disfruto de cualquier buena tarde de sol. Aún no he terminado el instituto, pero cuando lo termine, me gustaría ser psicóloga, fotógrafa y escritora. Pero no es que sea una estudiante de matrícula de honor, más bien, suspendo más que apruebo. Aunque si estudiara un poco, sacaría buenísimas notas, me odio por no tener fuerza de voluntad. Odio a las niñas pijas, y odio aún más que me lo llame a mí, puesto que no lo soy. Mi estación favorita es el verano. Uno de mis sueños es aprender a hablar italiano y vivir en Italia, conocer todos sus lugares, me parece un país mágico. Me considero original y odio que me copien. Me gusta leer, más que las películas. Mi sensación favorita es la de la libertad, mucho antes que le de la felicidad o la del amor. Puesto que, al sentirte libre te sientes genial. Me gusta la playa, y el campo, siempre y cuando haga sol. Odio la lluvia y el frío, con todas mis fuerzas. Aunque me gusta ver la lluvia por la ventana cuando estoy en casa bien abrigada. Como la mayoría de las personas, odio mis fotos de carné. Tengo tantos colores de pinta uñas como te puedas imaginar, y me suelo pintar una mano de cara color. Por norma general, me caen mejor los chicos que las chicas, pero no soy un marimacho, al contrario. Tengo asumido que en mi interior tengo pensamientos de hombre, y me faltan algunos de mujer, pero no me disgusta, al contrario. Me gusta el sexo. Como a todo el mundo, pero no me avergüenza admitirlo. He estado enamorada alguna vez, y no ha salido bien, por lo que pienso que el amor verdadero no existe, pero ya hablaremos de eso. Disfruto con un helado de chocolate en la playa. Me gusta ir de compras, pero odio que cuando se me acaba el dinero encuentre justo lo que soñaba. Físicamente no sabría describirme. Alta, rubia, ojos azules o verdes. No sé, no estoy del todo mal, supongo. Soy rara. Mucho. No sabría decir porqué, pero lo soy. En realidad, me gusta no ser como las personas "normales". El perro verde, así es.
lunes, 19 de abril de 2010
Frío.
Lo he intentado. Con todas mis fuerzas. Pero no lo consigo por más que quiera. ¡Ridículo! Debí pensarlo antes de empezar con todo esto. Tal vez no me lo imaginé así, nadie se lo imaginó así. Pero ya está, se acabó, para siempre. ¿Para siempre? No me lo imagino, no me imagino vivir así. No. Porque así no se vive. Porque no tengo vida, la tienes tú, eres tú. Mi vida, todo lo que tengo, o lo que tenía. Y ahora, ¿qué tengo? Nada. Te tenía a ti y punto. Y ya está. Con eso era suficiente, era perfecto.
En realidad, yo sí pensé que iba a durar siempre. Nadie lo pensaba, ni siquiera tú. Pero yo sí. De locos, ¿verdad? Pero no me podía imaginar el final. Y mucho menos este final. No, este final no es el nuestro. Y si lo es, definitivamente pierdo toda esperanza de que el amor exista.
Frío. Se clava en mis huesos y no entro en calor, no consigo respirar. Un abrazo, sólo eso.
Trezidavomartiofovia.

Empecemos. Una página nueva, en blanco, lista para llenarse de nuevas experiencias, de nuevos sentimientos. Pero sin olvidarme del capítulo anterior. Escribo esto sólo para recordarme siempre que me marcaste, que me diste la vida aunque después me la quitaras. Y por eso, por dármelo todo, te estaré eternamente agradecida. No te reprocho nada, lo que vivimos está ahí. Sólo tú y yo conocemos cada instante. No fue perfecto, pero sí único, especial y maravilloso. Y si pudiera cambiar algo no lo haría. Tú siempre me lo dijiste, cambiar a una persona es sólo pretender que sea diferente. Y si pretendes que sea diferente entonces no quieres a esa persona. Porque cuando quieres a alguien, le quieres entero, quieres sus virtudes y amas sus defectos porque todo ese conjunto hacen que esa persona sea tan especial. Y yo, si estoy segura de alguna cosa, es de que te he querido con todo mi corazón.
Nadie lo entiende, ni siquiera tú lo entendiste nunca, e incluso a mí me cuesta entenderlo a veces. Conozco perfectamente esa sensación, la del amor. Y lo que yo sentía por ti va mucho más allá. Siempre me preguntabas cuanto te quería, pues bien, debes saber que no hay ninguna medida en el mundo que pueda medir todo eso. No te lo solía decir mucho, pero hubiera hecho cualquier cosa por ti. Algún día te darás cuenta de verdad, de que como yo, nadie te va a querer. Pero no pasa nada, no te preocupes, en mi caso era demasiado incluso. Conocerás a alguien que vea todo eso que yo veo, y que consiga no perderlo nunca. Y si encuentras de nuevo a alguien así, trata de quererla con todo tu corazón, porque se lo merecerá de verdad.
No te quiero engañar, no estoy bien. A veces consigo olvidarme un poco de todo, pero enseguida me derrumbo. Si me vieras ahora por primera vez no me verías como soy, sé que no soy ni la mitad de mí, pero tengo la esperanza de volver a serlo, o incluso más. Sí, supongo que es sólo cuestión de tiempo y ganas. Y ganas tengo, muchísimas. El tiempo vendrá solo, sin que me de cuenta.
Gracias por todo lo que me diste, y por todo lo que soñé que me darías, aunque no fuera posible. Y gracias por dejarme darte a ti algo, no sé si fue mucho, podría haberlo hecho mucho mejor, pero espero que, por lo menos, significara algo para ti. Porque para mí, lo fuiste todo.
Nadie lo entiende, ni siquiera tú lo entendiste nunca, e incluso a mí me cuesta entenderlo a veces. Conozco perfectamente esa sensación, la del amor. Y lo que yo sentía por ti va mucho más allá. Siempre me preguntabas cuanto te quería, pues bien, debes saber que no hay ninguna medida en el mundo que pueda medir todo eso. No te lo solía decir mucho, pero hubiera hecho cualquier cosa por ti. Algún día te darás cuenta de verdad, de que como yo, nadie te va a querer. Pero no pasa nada, no te preocupes, en mi caso era demasiado incluso. Conocerás a alguien que vea todo eso que yo veo, y que consiga no perderlo nunca. Y si encuentras de nuevo a alguien así, trata de quererla con todo tu corazón, porque se lo merecerá de verdad.
No te quiero engañar, no estoy bien. A veces consigo olvidarme un poco de todo, pero enseguida me derrumbo. Si me vieras ahora por primera vez no me verías como soy, sé que no soy ni la mitad de mí, pero tengo la esperanza de volver a serlo, o incluso más. Sí, supongo que es sólo cuestión de tiempo y ganas. Y ganas tengo, muchísimas. El tiempo vendrá solo, sin que me de cuenta.
Gracias por todo lo que me diste, y por todo lo que soñé que me darías, aunque no fuera posible. Y gracias por dejarme darte a ti algo, no sé si fue mucho, podría haberlo hecho mucho mejor, pero espero que, por lo menos, significara algo para ti. Porque para mí, lo fuiste todo.
domingo, 18 de abril de 2010
Buenas noches, mundo.

Otro día. Otro más, como todos. Un poco más triste, pero un día que, al final, se olvidará, como todo. Es curioso lo grande que es el mundo y lo pequeña que es cada persona que lo habita. Insignificante incluso. Queremos cambiar el mundo, conocerlo, hacer historia. Pero al final, nuestra vida sólo será una más de todas esas otras que nadie recuerda. Así que aprovechad mientras os sea posible. Viajad, aprended cosas nuevas, reíd, llorad y disfrutad de todo, de lo bueno y de lo malo. En definitiva, vivid. Porque la vida es lo único que tenemos, lo único que nos pertenece. Es nuestra, y si la desperdiciamos, no hay segundas oportunidades. Mañana será otro día. Otro más. Otro de tantos. Mismas personas, mismos lugares.
Benvenuti.

Amor. Sólo la palabra puede llegar a asustarnos. Es algo que está ahí, que nadie ha visto, pero que unos pocos afortunados han sentido. Y digo pocos, porque el "amor verdadero" es algo que poca gente a llegado a sentir. El "amor verdadero" es aquel que te vuelve loco, es aquello que necesitas más que al aire y cuando lo pierdes, sientes que vas a morir. Pero no, morir sería demasiado fácil, ¿sabéis? Sigues viviendo, tristemente, pero sigues viviendo. Y se te pasa, o eso espero, pero siempre queda algo, un recuerdo, una sensación, un olor. Siempre algo permanece en tu interior.
Yo soy una de esas personas. He sentido amor verdadero y luego me he querido morir al perderlo. No os voy a decir ni mi edad, ni mi nombre, ni dónde vivo. Al menos de momento. Llamarme Trece. Aquí, hablaré de amor, música, películas, experiencias y todo lo que se me ocurra.
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