jueves, 13 de mayo de 2010

Disperazione.

Ganas de gritar. De correr toda la noche sin parar. Ganas de viajar a una isla. Desierta. Pero sola. No con él, como tantas veces soñaste. Ganas de volver a la seguridad de antes. Ganas de sentirte parte de algo que no se va a acabar. Ganas de no tener miedo. De estar enamorada. Y no de enamorarme. Ganas de ti. Y de él. De no sentir esto. Ganas de todas esas promesas. De tu risa. Y de tus escasos abrazos. Ganas de, por una vez en mucho tiempo, ser yo misma. Hacer lo que me apetezca en cada momento, reír de lo que verdaderamente me haga gracia, enamorarme de quien yo quiera y sufrir por mis elecciones. Ganas de tu boca. Y tu lengua. Y esa sonrisa que me vuleve loca. Y de ti también. De tu mirada. Esa mirada con la que lo conseguías todo. De tus llamadas y tus promesas. Rotas. Pero que un día me hicieron sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario