jueves, 12 de agosto de 2010

TRECE.

Sobrevivir: Vivir con escasos medios o en condiciones adversas. Eso hago. Eso llevo haciendo mucho tiempo. Te lo dije, te dije que sin ti no podría vivir. Estoy sobreviviendo. Y ha pasado ya tanto tiempo que resulta patético. Pero aquí estoy yo, sobreviviendo. Sin ti. Dios mío, si es que lo eras todo, ¿cómo no me di cuenta antes? Y ahora tú vives. Vives con ella. Sueñas, planeas mil cosas... todo con ella. ¿Y yo qué? Nada. Ya no soy nada. Ni para ti, ni para nadie. Pero eso me da igual. Yo sólo quiero ser algo para ti, me conformo con ser la mitad de lo que eres tú para mí, o la cuarta parte. Te quiero.

domingo, 8 de agosto de 2010

È finita.

Sí, bueno, vale. Se acabó. Definitivo ya. Me ha costado un poco asimilarlo, pero ya lo entendí. Sólo quería decirte que si te gusta... bueno, ve a por ella. Pero que por si acaso, yo estaré aquí. Sé toda esa teoría de que me reiré de esto en unos años y blablablá, pero mientras pasen esos años, te estaré esperando, ¿vale? Me olvidaré de ti si seguimos así, pero hasta que me olvide, seguiré siempre ahí pase lo que pase. Yo no me merecía esto. Pero de injusticias sabes tú bastante más, ¿no? Pues ala. Un punto más para mí. Al final hasta te ganaré, mi amor. Te quiero.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Recuerdos.

Lo metí todo en una caja. Una caja de zapatos, unos negros que casi no me pongo. Todos los recuerdos los metí ahí. Saqué las fotos del album y las metí en la caja. Con algunos papeles, insignificantes seguro, pero que me recordaban a ti. Y te escribí una carta. Y también la metí en la caja. Cerré la caja y la escondí. Y solamente la abría para meter más cartas, más y más. Y en ellas te hablaba, te lo contaba todo. Todavía lo hago. Todos mis pensamientos están en esas cartas. Y en algunos pedazos de papel que también metí en ella. De vez en cuando te escribo una carta. Lo hago en papeles de colores, porque son especiales. Las escribo porque no tengo otra manera de hablar contigo, de decírtelo. En ellas te cuento mis secretos. Mis pensamientos. Espero que algún día, puedas tú abrir esa caja. Y ese día lo sabrás todo. Y ese día, será perfecto.

miércoles, 28 de julio de 2010

Sueña.

Sueña, cariño. Sueña tú también. Como tú has dicho: tienes derecho, como todo el mundo. Lucha por eso que quieres y trata de alcanzarlo. Eso sí. No te confundas. No querer cambiar lo viejo por lo nuevo no es tener miedo. Yo también sueño. Sueño con lo viejo ¿sabes? Aún no consigo evitarlo. No tengo nada mejor para soñar, ni ganas de encontrarlo. Así que yo también lucharé, aunque no me sirva de nada, lucharé por lo que sueño. Porque todo el mundo tiene derecho a soñar.

domingo, 25 de julio de 2010

Amigas.

Los ex novios de las amigas, no se tocan. Deberías saberlo a estas alturas.

jueves, 22 de julio de 2010

Promesse.


Era fácil. Sí que lo era. Todos lo comentan, que he cambiado, que no soy la misma. Incluso tú lo dices. ¡Qué sabrás tú! No lo entendéis, nadie lo puede entender. Te has llevado mi vida. No puedo ser la misma si no tengo mi vida. Y no, no quiero tener otra. Quiero mi vida de antes, la que tú me guardabas en el bolsillo para que no la perdiera, para que no la desperdiciara. Y es que todo era más fácil contigo. Era como tenía que ser. Ahora hago daño, miento, destruyo. Pero no lo hago con maldad, es sólo que no sé cómo hacer las cosas bien. Y tú. Tú sí que has cambiado. Sólo conmigo, pero has cambiado. Tendrías que ver cómo me mirabas antes. Ahora ya es como si no me vieras a mí, como si vieras a una perfecta desconocida. A veces me gustaría gritarte que abrieras los ojos. Que soy la persona que más te va a querer en el mundo, y no te das cuenta. Ha pasado ya mucho tiempo, pero no consigo olvidarte. Sigues ahí. En mi cabeza. En todo mi cuerpo. Todo el tiempo. Ya nadie lo entiende. Al principio sí, era normal. Pero ya no lo es. Estoy completamente sola. Y, para colmo, ahora soy tu "amiga". ¡Qué insignificante palabra! Es menos que nada. Te quiero.

miércoles, 14 de julio de 2010

Tempo.

Ha pasado ya bastante tiempo. Pero no demasiado. Sigues siendo lo primero y lo último, aunque yo no sea nada. Es curioso como la vida de una persona puede girar en torno a las decisiones y a los sentimientos de otra. En todo este tiempo he podido pensar. Mucho. Demasiado tal vez. He descubierto cosas terribles y otras muchas maravillosas. Y me he dado cuenta de lo que representa el amor, de lo que nos hace hacer el simple hecho de estar enamorado.
Cuando te enamoras, le das tu vida a esa persona, tu alma. Se la entregas sin pedirle nada a cambio, por propia voluntad, incluso sin darte cuenta. Y a partir de ahí, empiezas a depender de su alma, porque toda persona necesita una alma para seguir adelante. Eso no está mal al estar junto a esa persona, el problema empieza cuando se aleja. Cuando se separa de ti. Porque se lleva tu alma, y tú no puedes hacer nada para recuperarla. Sólo esa persona te la puede devolver a regresar junto a ti, pero si no lo hace, te quedas sin alma. Y a partir de ahí, tienes que comenzar a construir una nueva. Es muy difícil construir una nueva alma, y requiere mucho tiempo. Mi problema es que yo no he empezado a construir mi nueva alma. Me limito a esperar que la antigua vuelva, y cada día que pasa me muero un poquito más.
Te echo de menos.